Sunday 9 August 2009

De chatarra a material novedoso



El Centro de Investigación de Materiales Avanzados del Tecnológico de Monterrey, Campus Puebla, descubrió en una fusión de aluminio, zinc y plata un material útil para el sector automotriz. La aleación, capaz de estirarse hasta cien veces su tamaño, fue probado en la cubierta del parachoques de un automóvil, que al probarlo con un impacto frontal no produjo fractura, ya que se estiró y distribuyó el golpe en lugar de rechazarlo.

Este material, llamado Metal Foams (espuma metálica), fue desarrollado por el investigador Said Robles Casolco, del Tecnológico de Monterrey (ITESM), conjuntamente con 30 alumnos de diferentes especialidades.

El Metal Foams se encuentra en etapa de laboratorio y ha dado excelentes resultados. “Ya es un producto confiable y esperamos que algún empresario se interese en el material para elaborarlo de manera masiva”, expuso el investigador especialista en Ciencias Materiales.

Robles Casolco ha mostrado con el Metal Foams que al aplicarlo en las partes habituales del automóvil donde reciben golpes (parachoques o salpicaduras) el vehículo sufre menos daños debido a que la espuma “distribuye” el impacto.

“Es como una goma que estira, no se rompe y es capaz de ampliarse hasta cien veces su tamaño normal. Con el Metal Foams en lugar de romperse el parachoques, se dilata y distribuye la fuerza del impacto en la superficie”, detalló el investigador del ITESM.

Una de las aplicaciones del novedoso material es enfocarse a la seguridad del sector automovilístico, y por otro lado, contribuye al medio ambiente, pues para fabricar el Metal Foams se usan las latas de aluminio y chatarra metálica.

Otro uso del Metal Foams es la creación de pequeños ladrillos del ancho de una goma (en el laboratorio se han creado de 4.3 gramos), que se pegan a la pared a fin de inhibir el sonido generado en la casa o establecimiento contiguo.

En paralelo, el especialista del Tecnológico de Monterrey descubrió que a partir de la hidroxipatita, principal componente del hueso, se obtiene un material poroso que funciona como implante en fracturas del cuerpo humano.

Robles Casolco utiliza en su investigación huesos de los bovinos para obtener un material poroso, de modo que si una persona sufre alguna fractura, la fisura se rellena con la hidroxipatita.

“Ya comprobamos que la sustancia no es rechazada por el cuerpo, pues existe compatibilidad entre el hueso de vaca y humano. Tenemos el material, nos falta que la Secretaría de Salud lo autorice y los médico lo apliquen”, explicó el investigador.

Lo que hace la hidroxipatita en un hueso fracturado es regenerar sus células a fin de reestructurarlo prácticamente hasta su normalidad. Incluso, ese efecto celular también funciona a nivel cutáneo, por lo que los especialistas del Tecnológico de Monterrey han desarrollado una crema que puede aplicarse en la cara y manos para el tratamiento de arrugas. srobles@itesm.mx (Agencia ID)


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